Desarrollo físico y cognoscitivo en la Adultez Tardía

 


La vejez

En Japón, la vejez es un símbolo de estatus; es común que a los viajeros que se registran en los hoteles se les pregunte su edad para asegurarse de que recibirán la deferencia apropiada. En contraste, en Estados Unidos el envejecimiento por lo general se considera indeseable. En las investigaciones, los estereotipos sobre la vejez que han aparecido de manera más sistemática es que, aunque por lo regular se percibe a las personas viejas como cálidas y cariñosas, son incompetentes y de bajo estatus (Cuddy, Norton y Fiske, 2005)

La población global está en proceso de envejecimiento. El envejecimiento de la población es resultado de la disminución de la fertilidad acompañada por el crecimiento económico, una mejor nutrición, estilos de vida más sanos, mejor control de las enfermedades infecciosas, agua e instalaciones de salubridad más seguras, y el avance en la ciencia, la tecnología y la medicina (Administration on Aging, 2003; Dobriansky, Suzman y Hodes, 2007; Kinsella y Velkoff , 2001).

El envejecimiento primario es un proceso gradual e inevitable de deterioro corporal que empieza a una edad temprana y continúa a lo largo de los años, sin que importe lo que la gente haga para aplazarlo. El envejecimiento secundario es resultado de la enfermedad, el abuso y la inactividad, factores que a menudo pueden ser controlados por la persona (Busse, 1987; J. C. Horny Meer, 1987). Esas dos filosofías del envejecimiento pueden ser comparadas con el conocido debate entre naturaleza y crianza y, como siempre, la verdad se encuentra en algún punto intermedio.

Longevidad y envejecimiento

 La expectativa de vida es el tiempo estadísticamente probable que una persona nacida en un momento y un lugar específicos puede llegar a vivir, dadas su edad y condición de salud actuales. La expectativa de vida se basa en la longevidad promedio, o duración real de la vida de los miembros de una población. Las mejoras en la expectativa de vida reflejan una disminución de las tasas de mortalidad (la proporción de la población total o de grupos de cierta edad que muere en un determinado año). El ciclo de vida humano es el periodo más largo que pueden vivir los miembros de nuestra especie. El ciclo de vida más largo que se haya documentado hasta ahora es el de Jeanne Clement, una francesa que murió a los 122 años de edad.

En casi todo el mundo, las mujeres de todas las edades suelen vivir más que los hombres (Kinsella y He, 2009; Kinsella y Phillips, 2005). La brecha de género es mayor en las naciones industrializadas con altos ingresos, donde la mortalidad femenina disminuyó de manera notable gracias a los avances en la atención prenatal y obstétrica. La vida más larga de las mujeres también se ha atribuido a su mayor tendencia a cuidar de sí mismas y a buscar atención médica, al mayor nivel de apoyo social del que disfrutan, al aumento que se ha dado en las últimas décadas en la posición socioeconómica de las mujeres, y a las tasas más elevadas de mortalidad entre los beben alcohol y estén expuestos a toxinas peligrosas

Cambio físico

La piel envejecida tiende a palidecer y a perder elasticidad, y puede arrugarse a medida que se reducen la grasa y la masa muscular. Tal vez aparezcan venas varicosas en las piernas; el cabello de la cabeza se adelgaza y se torna gris y luego blanco, y el vello corporal comienza a escasear. La estatura de los ancianos se reduce a medida que se atrofian los discos entre las vértebras espinales. En especial entre las mujeres con osteoporosis, el adelgazamiento de los huesos puede ocasionar cifosis, llamada comúnmente “joroba de la viuda”, una curvatura exagerada de la columna vertebral que por lo general ocurre entre los 50 y los 59 años (Ball, 2009). Además, la composición química de los huesos cambia, lo que crea un mayor riesgo de fracturas. Otros cambios, menos visibles pero igual e importantes, afectan a los órganos internos y los sistemas corporales, el cerebro y el funcionamiento sensorial, motor y sexual.

problemas de salud son comunes en la adultez tardía

Seis de las siete causas principales de muerte en la vejez en Estados Unidos son condiciones crónicas: cardiopatía, cáncer, apoplejía, enfermedad crónica de las vías respiratorias bajas, diabetes e influenza/neumonía (considerada por las autoridades gubernamentales de salud como una sola condición). En efecto, la cardiopatía, el cáncer y la apoplejía dan cuenta de alrededor de 60% de las muertes entre los ancianos estadounidenses (Federal Interagency Forum on Aging-Related Statistics, 2006; NCHS, 2007). Sin embargo, las muertes por cáncer han disminuido desde inicios de la década de 1990 gracias a la disminución del tabaquismo, a la detección temprana y a tratamientos más efi caces (Howe et al., 2006). En todo el mundo, las causas principales de muerte de los 60 años en adelante son la cardiopatía, apoplejía, enfermedad pulmonar crónica, infecciones de las vías respiratorias bajas y cáncer de pulmón (OMS, 2003). Como veremos, muchas de esas muertes podrían prevenirse con estilos de vida más sanos.

Problemas mentales y conductuales

Muchos ancianos con problemas mentales y de conducta no suelen buscar ayuda para enfrentar sus dificultades. Entre ellas se encuentran la intoxicación por drogas, el delirio, trastornos metabólicos o infecciosos, desnutrición, anemia, funcionamiento tiroideo bajo, lesiones menores en la cabeza, alcoholismo y depresión (NIA, 1980, 1993; Wykle y Musil, 1993). Parece que la razón principal por la que las personas mayores no buscan ayuda es su incapacidad para tener acceso a los servicios de apoyo que necesitan (Mackenzie, Scott, Mather y Sareen, 2008). De hecho, existe una escasez de profesionales de la salud mental capacitados para atender a los ancianos, y es probable que esta escasez se incremente según los aumentos proyectados en la población anciana (American Psychological Association, 2011).

Desarrollo cognoscitivo

  • Los adultos mayores se desempeñan mejor en la parte verbal que en la parte de desempeño de la Escala de Inteligencia para Adultos de Wechsler.
  • El estudio longitudinal de Seattle reveló que el funcionamiento cognoscitivo en la adultez tardía es sumamente variable. Pocas personas muestran deterioro en todas o la mayoría de las áreas, mientras que muchas de ellas mejoran en algunas. La hipótesis de la participación trata de explicar esas diferencias.
  • Los adultos mayores son más eficaces para resolver problemas prácticos que tienen relevancia emocional para ellos.
  • El funcionamiento general más lento del sistema nervioso central puede afectar la velocidad del procesamiento de información.
  • La memoria sensorial, la semántica y la procedimental parecen ser casi tan eficientes en los adultos mayores como en los adultos más jóvenes. La capacidad de la memoria de trabajo y la capacidad para recordar eventos recientes o la información aprendida hace poco por lo regular son menos eficientes.
  • Los adultos mayores tienen más problemas que los adultos más jóvenes con la recuperación oral y la ortografía de las palabras. Sufren un deterioro en la complejidad gramatical y el contenido del habla.
  • Los cambios neurológicos y los problemas en la codificación, almacenamiento y recuperación pueden dar cuenta de buena parte del deterioro del funcionamiento de la memoria de los adultos mayores. Sin embargo, el cerebro puede compensar algunos detrimentos relacionados con la edad.
  • Las personas mayores muestran una plasticidad considerable en el desempeño cognoscitivo y pueden beneficiarse del entrenamiento.
  • De acuerdo con los estudios de Baltes, la sabiduría no se relaciona con la edad, pues personas de todas las edades dan respuestas sabias a los problemas que afectan a su propio grupo de edad.

 





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